jueves, agosto 10, 2006

Dr. Hardiskenstein

Noche del 23 al 24 de junio de 2006, la noche de las brujas... Volviamos mi señora y yo de celebrar el solsticio de verano cuando, al abrir la puerta de nuestro hogar, vimos un resplandor azul que nos heló la sangre. Con paso sigiloso y con los dientes castañeteando nos acercamos a la fuente de esa fantasmal luz. Al entrar en la habitación un espantoso grito se nos dibujo en el semblante; la computadora de mi horrorizada esposa habia dejado de existir.

Rapidamente y destornillador en mano procedí a realizar la autopsia. No tardé mucho en averiguar que habia ocurrido, el diagnostico era claro: una subida de tensión habia acabado con su cerebro dejando en el olvido gigas y gigas de recuerdos y experiencias pasadas. Mi compañera estaba desolada y, con gran tormento, no dejaba de lamentarse por la gran cantidad de información perdida. Tuve que calzarme el disfraz de macho-machote y decirle:

- ¡No te preocupes cariño! ¡Encontraré una solución y lo traeré de entre los muertos!

Con gran decisión me introduje en el tétrico mundo del cibervudú, lei cientos de páginas que explicaban como invocar discos fenecidos y como obligarles a hablar para que retornaran al mundo de los vivos todo lo que se habian llevado a la tumba.

Una vela, un pentagrama en el suelo y un destornillador negro, más negro que la noche más negra imaginable, fueron las armas con las que me propuse hacer de medium. Tras varias horas de concentración y de pronunciar las palabras adecuadas mis ojos se abrieron como platos de porcelana. Una ráfaga de energia se apoderó de los fritos circuitos del pálido y frio disco, convirtiéndolo en un No Muerto. Este comenzó a hablar lentamente, tan lentamente que pasó toda la noche y parte del dia siguiente transfiriendo, con pulso enronquecido, su conocimiento a otro disco preparado al efecto.

Despues de más de diecisiete horas, el disco duro zombi terminó su misión y por fin pudo emprender el camino al paraiso, perdiéndose en una nube de cables y circuitos integrados. Una fragancia dulce y serena inundó todas las estancias; la paz y la harmonia volvian a reinar en nuestro hogar.

El Dr. Hardiskenstein les recomienda encarecidamente Stellar Phoenix para hacer vudú con su disco duro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

a mí me ha pasado lo mismo! una subida de tensión ha frito la placa del disco duro... qué puedo hacer!!!!!!! qué hiciste tú?

gracias mil.

Horrabin dijo...

Saludos anonimo visitante ;-)

Voy a ver si te contesto y te sirve de algo ¡eso espero!

Lo que necesitas es:
1) Un ordenador que funcione bien o en su defecto que tengas otro disco en buen estado y le instales el sistema operativo
2) Instalar el programa Stellar Phoenix
4) Apagar el ordenador
5) Instalar el disco jodido en ese ordenador
6) Arrancarlo y rezar

Si cuando arranques la maquina no detecta el el disco roto tenemos un problema y poca cosa se puede hacer, supongo que existen maneras de recuperar la info pero no las conozco. Quizas en algun lugar especializado, no se...

En mi caso no lo reconocia y en un momento dado, despues de reiniciar la màquina varias veces ¡lo conseguí! ¡El disco duro se hizo visible para la placa!

Probé varias combinaciones de las siguientes y con una de ellas siempre funcionaba (pero no recuerdo con cual):

1) Arrancar el ordenador, pararlo y arrancarlo de nuevo
2) Arrancarlo y seguidamente hacer reset
3) Arrancarlo y antes de que intente detectar nada ¡resetearlo!
4) Arrancarlo y dejarlo un rato ahí colgao ¡que se caliente! Luego resetearlo.

Puede que tengas suerte con alguna de estas combinaciones o con cualquier otra que se te ocurra ¡armate de paciencia!

Se que suena chusco, pero es que esto de la informatica es asi de inexplicable.

Total, si consigues que la placa lo detecte, queda lo mas facil que es usar el programilla de vudú para discos duros Stellar Phoenix. A mi me fue de cojones, lo arranqué y conseguí ver todos los datos que tenia, los volqué en el disco bueno y quedé como un rey ante mi señora.

Suerte con el vudú!